Dieta de nueces
Desterradas desde hace ya mucho tiempo a las tierras de alto contenido en grasas, las nueces regresan como fuente notable de vitaminas, minerales, fibra, proteínas, grasas "buenas" y fitoquímicos saludables para el corazón.
Si bien las nueces son desproporcionadamente densas en calorías derivadas de las grasas, contienen sobre todo grasas no saturadas, que, en cantidades controladas, aportan numerosos beneficios para la salud. Irónicamente, el alto contenido de grasas pudiera ser útil a las personas en dieta porque hacen más lenta la digestión, reducen el apetito y minimizan los sentimientos de carencia. Según un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard, un grupo de personas que realizaban una dieta consistente en un alto consumo de grasas monosaturadas a partir de nueces y aceite de oliva, tendieron más a mantener los niveles de pérdida de peso que otro grupo que no hizo ese tipo de dieta. Otra investigación de Universidad de Purdue, en Indiana, Estados Unidos, reveló que sus participantes sintieron más satisfacción luego de largos períodos de tiempo en que consumieron nueces y otros productos densos en calorías, y tendieron a comer menos durante las 24 horas siguientes.
Dieta de nueces para ser mas fuerte
Aunque las nueces son demasiado calóricas para sustituir a las proteínas, son una fuente útil para los vegetarianos, particularmente el maní, las almendras, las nueces negras y piñones. Maníes y almendras, junto a las nueces y nueces del Brasil, son también una fuente de vitamina E. El maní es además un proveedor de vitaminas B¡ y B3; las nueces del Brasil son ricas en cobre, selenio y zinc, los pistachos en vitamina B6 y potasio, mientras que las almendras, anacardos y nueces de pino están entre los pocos alimentos que contienen notables cantidades de magnesio.
Las nueces tienen una alta concentración de grasas omega 3. Se ha demostrado que estas grasas esenciales poliinsaturadas ayudan a la protección contra los ataques cardíacos, los síntomas de artritis y diabetes, y reducen la inflamación de las articulaciones.
Entre los fitoquímicos en las nueces están el resveratrol (maní) y el ácido elágico (nueces y pecanes), que pueden reducir el daño arterial y el riesgo de cáncer. Una pequeña ración diaria (28 g o un cuarto de taza) brinda cantidades significativas de estos y otros nutrientes que mejoran la salud y el rendimiento.
Un 1,1 por ciento de la población de Estados Unidos es alérgica a las nueces. Si eres sensible, consulta a un alergista antes de incorporarlas a tu dieta. Evita consumir nueces tostadas en aceite y sal extras. Y olvídate del coco. Está inundado de grasas saturadas.